BIENVENIDOS A OPINIONES DIFERENTES

OPINIONES DE DIFERENTES PROFESIONALES SOBRE ENFERMEDADES RARAS

lunes, 30 de abril de 2012

EL BUSCADOR (Reflexión)

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe lo que esta buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda. Un día, el buscador sintió que debía ir a la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que vinían de un lugar desconocido de si mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó,a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un monton de arboles, pájaros y flores encantadoras; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los arboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre unas de las piedras, aquella inscripción..: Abdul Target, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 dias. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta que la piedra de al lado tambien tenía una inscripción se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas, el buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezò a leer las piedras. Todas tenian inscripciones similares: un nombre y el tiempo exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años. Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar. -No, ningún familiar -dijo el buscador- ¿que pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?, ¿porque tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cual es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos !!!! El anciano se sonrrió y le dijo: -Puede usted serenarse, no hay terrible maldición. Lo que pasa que tenemos una vieja costumbre, le contare. Cuando un joven cumple 15 años sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada ves que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella, a la izquierda, que fue lo disfrutado a la derecha, cuanto tiempo duró el gozo, conoció a su novia, y se enamoro de ella ¿cuanto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, una semana, ¿dos?, tres semanas y media? Y después...la emociòn del primer beso, el placer maravilloso del primer beso, ¿cuanto duro?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?... ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo?, ¿y el casamiento de los amigos?, ¿y el viaje mas deseado?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un pais lejano?, ¿cuánto tiempo duró el disfrutar estas situaciones?. Asi vamos anotando cada momento que disfrutamos, cada momento. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba,porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido.
JORGE BUCAY

sábado, 28 de abril de 2012

No te Quejes

No te Quejes No te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu vida es el resultado de tus propias decisiones. No te amargues por tus fracasos ni se los cargues a otro. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible como para claudicar. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El verdadero triunfo surge de las cenizas del error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu infelicidad, enfréntala con valor y derrótala. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como tu futuro será la consecuencia tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quienes sobreviven a pesar de todo. Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, de esta manera tus problemas aunque no se eliminen, irán poco a poco perdiendo fuerza. Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte... porque la suerte es el pretexto de los fracasados. Cuida tus pensamientos y se volverán palabras… Cuida tus palabras y se volverán actos… Cuida tus actos y se volverán hábitos… Cuida tus hábitos y se formará tu carácter… Cuida tu carácter y determinarás tu VIDA.

El Carpintero y la Vida

El Carpintero y la Vida Un carpintero, estaba a punto de jubilarse. Le comunicó a su jefe, la decisión de dejar el negocio de la construcción, para poder llevar una vida más placentera junto a su esposa y así disfrutar los últimos años de su vida. Su jefe, lamentó perder al mejor empleado. Pero antes de que se retirara definitivamente de su trabajo, le pidió que construyera una última casa. El carpintero, accedió por compromiso. No puso mucho esmero, ni entusiasmo en el trabajo, como en otras épocas, no cuidó los detalles. Así que la construcción, no se veía muy bien, incluso los materiales que usó eran de inferior calidad. Una vez finalizado el trabajo, el carpintero invitó a su jefe a visitarla. Hicieron un recorrido por la casa y al finalizar, le entregó a él las llaves de la puerta y le dijo: Querido amigo, esta casa es tuya. Es mi regalo por todos los esfuerzos que pusiste en la empresa, durante 40 años. El carpintero, con las llaves en sus manos y sus ojos llenos de lágrimas, agradeció el regalo, pero se sintió avergonzado, como nunca antes por esa actitud que le llevó a cometer ese tremendo error. ¡Qué desafortunada manera de terminar su carrera! Si el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho con absoluta dedicación. Ahora, no tenía otra opción que vivir en la propia casa que él había construido y no precisamente de la mejor manera. Lo mismo se puede aplicar a nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, haciendo las cosas de cualquier manera, cuando deberíamos poner la máxima atención y cuidado. Muchas veces, no damos lo mejor en nuestro trabajo, con nuestra familia, con nuestros amigos. Y no nos damos cuenta de que tenemos la vida que nosotros mismos hemos construido. Construyámosla con sabiduría. “Tu vida hoy, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado… Tu vida mañana, será el resultado de tus actitudes y elecciones hechas hoy”

Vivir como las flores

Vivir como las flores - Maestro, ¿qué debo hacer para no irritarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, otros indiferentes. Siento odio por aquéllas que son mentirosas y sufro con aquéllas que calumnian. - ¡Pues, vive como las flores! Advirtió el maestro. - ¿Qué es eso de vivir como las flores? - preguntó el discípulo. - Pon atención a esas flores, continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los problemas de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera. Esto, es vivir como las flores. “Alégrate de haber nacido flor” La flor no nace para ser hermosa, nace para ser flor. Su belleza es obra de Dios, para deleite de nuestra vista. Pero es necesario que alguien la descubra y aprecie la obra maestra. Podrán pasar a su lado cientos, miles; algunos ni siquiera se percatarán de su existencia, otros no encontrarán en ella nada singular. Habrá quienes pensarán que sólo es una flor más, entre los millones de flores que hay en este mundo. Otros, las miraran atraídos por sus colores, pero no se detendrán a pensar, quien fue el autor de tan bella obra. Muchos pasarán, pero en algún momento, alguien se detendrá y comenzará a deleitarse, como si estuviera viendo una obra de Miguel Ángel. Se tomará todo el tiempo necesario para observarla y descubrir nuevas sensaciones al acariciar sus pétalos. Es fácil en esta situación, que desee tenerla en su casa, que quiera tenerla en su jardín, para poder cuidarla, observarla y dejarse cautivar por ella. Así también, tu vida puede ser como esa flor. Tal vez pasen cientos o miles a tu lado sin percatarse de tus valores, de tus sentimientos, o de tu propia existencia. Hasta que un día, descubres que Jesús, está observando su maravillosa creación en tu persona, admirándote, queriendo depositar todo Su amor en tu vida. En ese momento, te sentirás cómo la flor más hermosa, apreciada y valiosa. Si se lo permites, Él te llevará a su jardín, para cuidarte, guiarte, bendecirte, para que cada paso que des lo hagas con firmeza y sobre un suelo firme. “Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta. Me haces descansar en verdes pastos, y para calmar mi sed me llevas a tranquilas aguas. Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres tú. Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza” Salmo 23: 1, 2, 3, 4

El Amor todo lo Puede

El Amor todo lo Puede Amar es más que un sentimiento, es una decisión. Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le confesó que ya no amaba a su esposa y que por eso pensaba dejarla. El consejero, lo escuchó atentamente, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: ÁMALA Es que ya no siento nada por ella le explicó el hombre. Una vez más, el consejero le dijo: ÁMALA Ante un momento de silencio, el viejo sabio, agregó: AMAR, es una decisión; AMAR, es dedicación y entrega; AMAR, es un verbo y el fruto de esa acción es el AMOR. Ama a tu pareja, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela. Eso es todo, ÁMALA. Si no AMAS a Dios, a tus padres, a tu pareja, a tus amigos, como a ti mismo, el AMOR puede tener estos terribles efectos: La inteligencia sin Amor, te hace perverso. La justicia sin Amor, te hace hipócrita. El éxito sin Amor, te hace arrogante. La riqueza sin Amor, te hace avaro. La pobreza sin Amor, te hace resentido. La belleza sin amor, te hace ridículo. La verdad sin Amor, te hace hiriente. La autoridad sin Amor, te hace tirano. El trabajo sin Amor, te hace esclavo. La sencillez sin Amor, te envilece. La oración sin Amor, te hace introvertido. La ley sin Amor, te esclaviza. La política sin Amor, te hace ególatra. La FE sin Amor, te hace fanático. La Cruz sin Amor, se convierte en tortura. La vida sin Amor, no tiene sentido. “Si buscas el verdadero AMOR, sólo lo encontrarás en JESÚS”

Así es la Vida

Así es la Vida Muchas veces en la vida pensamos y hasta decimos que nos queremos morir. Pero la vida es muy valiosa para desperdiciarla. Todos somos muy importantes. Piensa que aunque para el mundo no seas nadie, para alguien eres el mundo. Muchas veces pensamos que otros son perfectos, pero no hay nadie perfecto, todos somos iguales. Sólo hay gente que tiene cosas que tú no tienes, como tú tienes cosas que ellos no tienen. Muchas veces te sientes mal por la forma en que actúas y reaccionas, pero lo que ocurre es que algunos lastimamos con más facilidad que otros. Las virtudes de los demás siempre son más visibles para ti, que las tuyas propias. Muchas veces te aferras a algo o a alguien. No está mal, pero trata de no hacerlo indispensable para tu vida, si te acostumbras a usar siempre muletas, nunca andarás bien. Muchas veces te desprecias, te miras al espejo y te insultas. No lo hagas, acepta tanto tu realidad como el hecho de que sólo Dios puede transformar tu vida. Muchas veces nos desesperamos y desilusionamos, pero si todo lo que esperamos o deseamos se cumpliera, ¿dónde estarían las sorpresas?. Muchas veces nos traicionan los que creíamos amigos. Y ahí aparecen los verdaderos amigos que nos consuelan. Por todos esos motivos no bajes los brazos nunca. Por todo eso vive la vida al máximo, sonríe, se feliz, disfruta de la vida y confía en el Señor. Por todo eso ama la vida, quizás no sea muy larga, pero puede ser intensa y significativa. Puede que te toque vivir cosas difíciles, pero con el Señor, lo mejor, está por venir. No hagas que tu vida sea un infierno, trata de vivir cada momento como si fuese el último. Toma con cuidado las decisiones importantes, si te equivocas puedes derribar lo que construiste a lo largo de toda tu vida. Nunca cambies, siempre sé tu mismo. Piensa que siempre hay gente que te va a recibir con los brazos abiertos. Nunca creas que es tarde para volver a empezar. Nunca es tarde para realizar un sueño. No hay nada imposible para Dios. Acuérdate siempre que en nuestro idioma existe una palabra clave para volver a empezar, PERDÓN. “La vida es gratis, es un regalo y los regalos no hay que rechazarlos. Pero para que ese “regalo” tenga algún sentido, tienes que preguntarle a quien te la regaló, de otra manera te estarás perdiendo el verdadero significado de tu existencia”

Nadie Puede

Nadie Puede Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona su vida con una sola rectificación. Nadie alcanza la altura necesaria con un solo vuelo... Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces... Nadie recoge su cosecha, sin sembrar muchas semillas y abonar la tierra... Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones Nadie se mete en un barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces... Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas... Nadie hace obras sin golpear y destruir parte de su edificio, ni cultiva la amistad sin renunciar a sí mismo... Nadie puede juzgar a otro sin reconocer primero su propia debilidad... Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir... Nadie encuentra el pozo del placer hasta experimentar la sed del desierto... Nadie puede sentir, la paz y el amor si no permite la presencia de Jesús dentro de su corazón... “Anímate y Esfuérzate, no temas ni desmayes, porque Dios estará contigo, El no te dejará ni te desamparará” (1ª Crónicas 29:20)

Abre sin Miedo Ánimo

En un país en guerra, había un rey, que tenía atemorizados a sus prisioneros. Acostumbraba a llevarlos a una sala, donde había un grupo de arqueros de un lado y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras llenas de sangre. Hacía que se colocaran en círculo y les hacía la siguiente propuesta: Ustedes pueden elegir entre dos opciones, morir en manos de estos arqueros o pasar por aquella puerta, detrás de la cual, YO LOS ESTARÉ ESPERANDO. Curiosamente, todos elegían morir en manos de los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al Rey, se dirigió al soberano y le dijo: Señor, ¿puedo hacerle una pregunta? Dime, soldado- respondió el rey. Señor, ¿qué hay detrás de la puerta? ¡¡¡Ve y míralo tú mismo!!! Contestó su majestad. El soldado, abrió temerosamente la puerta y se encontró con unos potentes rayos de sol que entraban y llenaban de luz el lugar, cegándole. Sorprendido, y a medida que se acostumbraba a la luz del sol, descubrió que la puerta le llevaba a un camino que conducía directamente a la ¡¡LIBERTAD!! El soldado, asombrado, miró a su Rey, como esperando una explicación: Yo les daba la oportunidad de elegir, pero ellos no se arriesgaron y por temor a lo desconocido, eligieron morir. ¿Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgar? ¿Cuántas veces renunciamos a la libertad y morimos poco a poco por dentro, porque sentimos miedo de abrir la puerta de nuestros sueños? No dejes de abrir la puerta de tu corazón, no tengas temor, si lo haces Jesús vendrá a morar, dentro de ti. Jesús dijo: Yo soy la puerta del reino de Dios; cualquiera que entre por esta puerta, se salvará; podrá salir y entrar, y siempre encontrará alimento. Juan 10:9

¿Con quién luchamos?

¿Con quién luchamos? Un viejo ermitaño, una de esas personas que por amor a Dios se retiran a la soledad del de- sierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia, se quejaba a menudo de que tenía demasiado trabajo. Un día una de las personas que le visitó, le preguntó: –¿Cómo es posible que tenga tanto trabajo si está solo en medio de la nada? El ermitaño contestó: –Tengo que adiestrar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mante- ner quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y domar un león. El visitante miró alrededor esperando ver algunos animales, pero no vio a ninguno. –¿Y dónde están todos estos animales? Preguntó. Entonces el ermitaño le dio una explicación que enseguida comprendió: –Estos animales, están en nosotros, los tenemos todos los habitantes de este mundo. Los dos halcones, que son mis ojos, se lanzan sobre toda presa, sea buena o mala y tengo que domarlos para que sólo se lancen sobre la buena. Las dos águilas, que con sus garras hieren y destrozan, son mis manos y tengo que entre- narlas para que se dediquen a servir a los demás y para que ayuden sin herir. Los conejos, que son mis pies, siempre quieren ir a donde les plazca, huir de los demás y esquivar las cosas difíciles y tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya sufrimientos, problemas o cualquier cosa que les cause disgusto. Aunque es más difícil vigilar a la serpiente, que es mi lengua, porque aunque se encuentra encerrada en una jaula de treinta y dos barrotes, apenas se abre la puerta, siempre está lista para morder y envenenar a todos los que la rodean. Si no la vigilo de cerca, puede hacer mucho daño. El burro es muy obstinado, nunca quiere cumplir con su deber. Es mi cuerpo que siempre está cansado y al que le cuesta muchísimo asumir y llevar las cargas de cada día. Y finalmente necesito domar al león, que es mi corazón. Él quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es muy vanidoso y orgulloso. ¿Te das ahora cuenta del gran trabajo que tengo?

Carta de un Niño a su Padre

Carta de un Niño a su Padre Querido papá, Mis manos son pequeñas, por favor no esperes perfección cuando tiendo la cama, hago un dibujo, o lanzo la pelota. Mis piernas son pequeñas, por favor, camina más lento para que pueda ir junto a ti. Mis ojos no han visto el mundo como tú lo ves, por favor déjame explorarlo, no me limites innecesariamente. El trabajo siempre estará allí, pero yo seré pequeño sólo por un corto tiempo, por favor ten paciencia para explicarme las cosas maravillosas de este mundo y hazlo con alegría. Mis sentimientos son frágiles, te pido por favor que estés pendiente de mis necesidades, no me regañes todo el día, a ti no te gustaría que lo hicieran contigo. Trátame como a ti te gustaría ser tratado. Soy un regalo especial de Dios, por favor atesórame como Él quiso que lo hicieras, respetando mis acciones, dándome principios y valores con los cuales vivir, y enseñándome amorosamente. Necesito tu apoyo y tu entusiasmo, y no tus críticas para crecer. Por favor no seas tan estricto, recuerda: puedes ser crítico con las cosas que hago sin criticarme a mí. Por favor, dame libertad para tomar mis propias decisiones. Permite que me equivoque para que pueda aprender de mis errores. Así algún día, estaré preparado para tomar las decisiones que la vida requiere de mí. Por favor, no lo hagas todo tú. Eso me hace sentir que mis esfuerzos no cumplieron con tus expectativas. Yo sé que es difícil, pero deja de compararme con mi hermano, yo soy yo. No temas alejarte de mí por un corto tiempo. Los niños necesitamos vacaciones de los padres, así como los padres necesitan vacaciones de sus hijos. Dame ejemplos de vida espiritual, para que pueda conocer a Dios, para que en mi futuro, pueda disfrutar y compartir el amor con mi prójimo. Muchas gracias, Tu hijo. “Debemos tener nuestros oídos muy alerta cuando nos habla un niño ya que muchas veces escucharemos cosas que jamás en nuestra vida hayamos oído. Esto es producto no de sus conocimientos, sino de que Dios está hablándote a través de ellos”

El Eco de la vida

El Eco de la vida Un niño y su padre caminaban entre las montañas. De repente, el hijo tropezó y cayó al suelo gritando Aaahhh! Para su sorpresa, oyó una voz a lo lejos que gritaba como él. Con curiosidad el niño preguntó: ¿Quién está ahí? ¿Quién está ahííí…? Le respondieron. Molesto con la respuesta, el niño gritó: Cobarde. Pero le respondieron de la misma manera: Cobardeee… El niño desconcertado le preguntó a su padre: ¿Qué sucede papá? El padre, sonriendo le dijo: Hijo mío, presta atención. Se levantó y dirigiéndose a la montaña, gritó: Te admiro. La voz respondió: Te admirooo... Volvió a gritar: Eres un campeón. Y la voz le respondió: Eres un campeónnn... El niño estaba asombrado y no entendía. Se llama Eco, le explicó el padre, aunque en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres recibir una sonrisa, sonríe a los que conoces. Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso, exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo tuyo. Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando... Aprendí y decidí... Y así después de tanto esperar, un día como cualquier otro decidí triunfar... y decidí no esperar que llegaran las oportunidades, sino salir yo mismo a buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival eran mis propias debilidades, y que en ellas mismas está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de tenerle miedo a fallar, o perder y empecé a tenerle miedo a no intentar ganar. Descubrí que yo no era el mejor y que quizá nunca lo fui, me dejó de importar quién ganaba o perdía, ahora lo único que me importa es simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. No llegar a una posición, sino mantenerme. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener es el derecho a llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una manera de vivir. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar...ahora duermo para soñar.

Luz para el camino

Luz para el camino Había una vez, hace cientos de años en una ciudad de Oriente, un hombre que caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encontró con un amigo. El amigo lo reconoció y le preguntó: ¿Bruno qué haces con una lámpara en la mano, si tu eres ciego? El ciego le respondió: Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco las calles de memoria. Llevo la luz encendida para que otros encuentren su camino cuando me vean... No sólo es importante la luz que me guía a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella. Podemos alumbrar nuestro propio camino y también ayudar con nuestra luz a que otros encuentren el suyo. Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil. Muchas veces en lugar de ser luz y alumbrar a los demás, les aportamos nuestras propias sombras y les oscurecemos y dificultamos mucho más el camino. Son las sombras del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...

Recuerda Que..

Recuerda Que... Hay tristezas que son como el cauce de los ríos, se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante los obstáculos, para luego desembocar en las playas de tu futura alegría. Cuando notas que tu mirada pierde el brillo como el atardecer, recuerda que al llegar la mañana, el sol hará que tu hoy sea el inicio de algo totalmente nuevo. Espera el mañana con la cabeza bien erguida. Continúa simpatizando con la vida aún cuando el sol no brille. Todos los sinsabores que pudiste percibir en la vida, tienen como finalidad que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para diferenciar lo bueno de lo malo. Sólo se vive un día a la vez, por eso, por mucha prisa que tengas tendrás que esperar 24 horas para ver el mañana. ¡¡Cuánto amor hay en el cielo para ti!! La vida es un lujo, es el gusto de lo exquisito por mantener un pie frente al otro. Sí, la vida es un lujo; lujo para amar, para respirar, para soñar y para ser feliz. Por eso no te la guardes sólo para ti, gástala como si fueras millonario. Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se saben amados, y que logres ver en este día que naciste para recibir una caricia en cada uno de tus latidos, que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras llenas del aroma de tu interior, y que la paz que rodea el paternal corazón de Dios sea la que te mantenga saturado de tranquilidad en este tu único día que te corresponde vivir hoy. “Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás mantener tanto en tu espíritu como en tu alma. Por eso, manifiesta tu viveza en todo lo que haces, ríe como si fuera la última vez, sueña como los niños y haz de ti un ser que vive para hacer feliz a los demás”

Claro de Luna

Claro de Luna ¿Quién de nosotros no ha experimentado nunca dolor, confusión, angustia...? ¿Quién no ha pensado en algún momento de la vida en abandonar y tirar la toalla? ¿Quién no se ha sentido sólo en algún momento de la vida, y ha tenido la sensación de haber perdido toda esperanza? Nadie, ni las personas famosas e importantes, están libres de pasar por momentos de soledad y de profunda tristeza. Eso fue lo que le ocurrió a uno de los más reconocidos compositores de todos los tiempos, Ludwig Van Beethoven. Un día Beethoven se sintió triste y deprimido, parecía que su vida no tuviera sentido. Acababa de fallecer el príncipe de Alemania, que llegó a ser como un padre para él y eso le entristeció hasta la depresión. El joven compositor había padecido durante toda su infancia y adolescencia de una gran carencia afectiva. Su padre era alcohólico y le maltrató física y psicológicamente hasta que falleció tirado en un callejón. Su madre había fallecido muy joven. Su hermano mayor nunca le ayudó en nada, y por si fuera poco Beethoven empeoró de su enfermedad dramáticamente y los síntomas de sordera, comenzaban a perturbarlo y le empujaban hacia la irritación, la ira y la agresividad. Solamente podía oír usando una especie de trompetilla acústica que se colocaba en el oído, siempre llevaba consigo un papel o un cuaderno, para que las personas escribiesen sus ideas y así poder comunicarse. Viendo que nadie lo entendía, ni lo ayudaba, Beethoven se encerró en sí mismo y se aisló ganándose por ese motivo una fama de arisco y solitario. Fue por todas estas razones, que el compositor cayó en una profunda depresión y llegó a escribir un testamento, donde entre otras cosas decía que se iba a suicidar. En el peor momento de su vida, donde las terribles circunstancias que le rodeaban parecían eternas, Dios le trajo consuelo a través de una joven ciega, que vivía en la misma pensión, con la que conversaba sobre las penurias de la vida y esta le dijo: “Yo lo daría todo por ver una noche de luna llena” Al oírla, Beethoven se emocionó profundamente y se dio cuenta que él podía ver y poseía un gran talento musical. De pronto sintió que sus penas y lamentos se transformaban en alegría y ánimo que no era capaz de entender, fue entonces que compuso una de las obras más hermosas y famosas de todos los tiempos, la sonata “Claro de Luna” Algunos estudiosos de música dicen que las iniciales de las tres notas que se repiten, insistentemente, en el tema principal del 1er. movimiento de la Sonata, en alemán, son las tres sílabas de la palabra “why” (¿por qué?). Usando su sensibilidad, Beethoven retrató a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía ver con los ojos físicos, pero que lo había ayudado a él, a mirar la vida con los ojos del alma. Todo gracias a aquella muchacha ciega, que le inspiró el deseo de plasmar en notas musicales, una noche de luna... Años después de haber superado el sufrimiento, llegaría el incomparable "Himno a la Alegría", la 9ª sinfonía, que corona la misión de este compositor, que por aquel tiempo ya estaba totalmente sordo. “El Himno a la Alegría expresa su gratitud a la vida y a Dios, por no haberse suicidado”

Cómo vencer el miedo

Cómo vencer el miedo Según el Diccionario de la Real Lengua Española la palabra “miedo”, se define de la siguiente manera: “Es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o mal que realmente amenaza o que finge la imaginación. Recelo que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que deseaba” Tenemos infinidad de miedos, pánicos, fobias, tanto a problemas o situaciones simples, como a otros muy complejos. Todo depende de las situaciones y circunstancias que uno haya pasado o esté pasando. Generalmente al sentir miedo recurrimos a terapias, que algunas veces nos ayudan, pero que siempre resultan costosas y que además demandan mucho tiempo. Hay situaciones de nuestra niñez que nos han dejado marcas, pensamos que todo cambiará con el paso de los años, pero generalmente sólo logramos que estos miedos se arraiguen en nuestra mente, en nuestro subconsciente y no nos permitan vivir una vida victoriosa y abundante, como planeó nuestro Creador. Hay momentos en los que cuando nosotros deberíamos estar disfrutando de la vida, de repente aparece el temor y nos toma por sorpresa. El temor lo estropea todo y nos frena constantemente en aquellas cosas que deseamos y nos gustaría hacer. Eso explica que muchos de nosotros perdamos oportunidades maravillosas en la vida, debido a esta anaconda asfixiante que es el miedo. La preocupación es la prima desagradable del temor. Cuando los dos se ponen de acuerdo y te vienen a visitar el resultado en ti será el mismo que el de la arena en un motor, te dejará fuera de servicio. Sólo Dios nos da la victoria sobre el temor y la preocupación; con su poder, su amor y el dominio propio. Si tú has recibido a Jesús en tu corazón y crees de verdad que Él puede, ser de tu Señor y Salvador, será, (con todo respeto) tu guardaespaldas personal, sólo tienes que decirle: “Señor Jesús, protégeme”, eso es todo, así de simple. Si tienes que realizar un viaje, estás viviendo circunstancias adversas, enfrentarte a un grupo de hombres armados que pretenden robarte, o simplemente cuando te acuestas por la noche, no tengas temor, solo ríndete a Él y abandónate en Sus manos. Supongamos que tienes el más poderoso insecticida y de pronto en tu mesa aparece una cucaracha desafiante. Tú sabes perfectamente que con sólo apretar el spray, este insecto morirá instantáneamente y desaparecerá para siempre de tu vista, pero sin embargo, el pánico te paraliza y sales corriendo. ¿Te imaginas a la cucaracha matándose de risa, y diciendo: qué cobarde es este infeliz? Jesús nos dice: “Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan Vida, y para que la vivan plenamente” Juan 10:10 Una persona no actúa movida por sus deseos, su carácter, su entendimiento o su preparación académica. Depende de lo que está en su interior, de lo que le mueve, le inspira y le impulsa. Si en tu interior permites que Dios sea tu motor, además de quedar libre del temor y de tener vida eterna, te interesarás por los demás y tu vida tendrá sentido.
Diez Consejos No te preocupes De las actividades humanas, si lo haces serás menos productivo... No tengas miedo La mayor parte de las cosas suceden... No guardes rencor Es una de las cargas más pesadas en nuestra vida... Enfrenta cada problema Déjalos a los pies de Jesús y descansa en ÉL. Cuando menos lo pienses estará solucionado... No te hagas eco de los sufrimientos y problemas de los que te rodean, aconséjales que recurran al único y verdadero Dios para recibir ayuda… No revivas el ayer Él ya se ha ido para siempre. Concéntrate en el presente, apuntando hacia el futuro… Aprende a escuchar Muchas veces, Dios te quiere decir cosas a través de otros, para que puedas tomar correctamente las decisiones en tu vida… No te dejes caer por la frustración La autocompasión sólo frena y bloquea las acciones positivas… Cuenta tus bendiciones No te olvides de las más pequeñas, todas ellas son parte de las grandes bendiciones de DIOS…

La flor de la honestidad

La flor de la honestidad Cuenta una leyenda que por el año 250 A.C., vivía en China, un príncipe que estaba a punto de ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, antes de ser coronado, debía casarse. Sabiendo esto, decidió hacer un concurso entre las muchachas de la corte para ver quién podía ser digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y les lanzaría un desafío. Una anciana que servía en el palacio, escuchó los comentarios sobre los preparativos y sintió tristeza porque sabía que su joven hija tenía un profundo amor por el príncipe. Cuando llegó a casa, le contó a su hija los planes del príncipe y ella sin dudarlo le dijo que también quería participar en la prueba. La anciana no podía creerlo y le dijo: ¿Hija mía, qué vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. La hija respondió: No, te preocupes querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe y con esto ya me conformo. Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las jóvenes más bellas del lugar, vestidas con sus mejores ropas y con las más brillantes joyas. Entonces, el príncipe anunció el desafío: Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será la escogida, se convertirá en mí esposa y futura emperatriz de China. La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: flores, costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en el arte de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y la semilla seguía como el primer día. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada ocurrió. Día tras día veía más lejos su sueño, sin embargo, su amor era cada día más profundo. Finalmente pasaron los seis meses y nada brotó de aquella semilla. De todas maneras, la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordada, sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. El día llegó, sus manos estaban vacías, mientras todas las otras pretendientes tenían una hermosa flor en sus manos. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado. La bella joven de las manos vacías sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe lo explicó: Esta muchacha, es la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en mi esposa y emperatriz, porque todas las semillas que os entregué eran estériles. Jesús te dice: “Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado. Practiquen todas las enseñanzas que les he dado, hagan todo lo que me vieron hacer y me oyeron decir, y Dios, que nos da su paz, estará con ustedes siempre”. Filipenses 4: 8/ 9

jueves, 26 de abril de 2012

¿Tristeza o depresión? Qué tenés y cómo salir

23.11.2011 | PSICOLOGÍA PRÁCTICA ¿Tristeza o depresión? Qué tenés y cómo salir
Muchas veces confundimos los sentimientos. Sabemos que estamos mal, pero nos cuesta ponerle nombre a eso que nos "bajonea". Aquí, una guía para conocernos mejor y buscar soluciones. Dr. Luis Hornstein La depresión y la tristeza, ambas, involucran una pérdida o el fracaso de un emprendimiento personal. Pero son muy diferentes. La depresión implica una disminución de la autoestima y la tristeza no. ¿Qué es lo propio de las depresiones? Hay dos elementos que son predominantes: una pérdida y una decepción. La autoestima está jaqueada. En la autoestima “hay de todo”: historia personal, realizaciones, trama de relaciones significativas, pero también proyectos (individuales y colectivos). Los proyectos desde el futuro nutren el presente. Hablamos de pérdidas: de una persona que uno quiere, de un rol que uno representa o de una idea que uno tiene acerca de sí mismo. Pero la depresión también puede ser provocada por cambios positivos. Tener un hijo, ser ascendido en el trabajo o casarse pueden dar lugar a ella casi tanto como una pérdida. Los deprimidos presentan pérdida de energía e interés, sentimientos de culpa, dificultades de concentración, pérdida de apetito y pensamientos de muerte o suicidio. Con frecuencia hay una baja de energía que empeora el rendimiento escolar / laboral y disminuye la motivación para emprender proyectos. Otros signos y síntomas son los cambios en las funciones cognitivas, en el lenguaje y las funciones vegetativas (como el sueño, el apetito y la actividad sexual). Cambios que casi siempre afectan al funcionamiento social, laboral e interpersonal. Cuando hablan los deprimidos muestran una visión pesimista de sí mismos y del mundo. Y en su fuero interno sienten impotencia y fracaso. Hay pérdida de la capacidad de experimentar placer (intelectual, estético, alimentario o sexual). La existencia pierde sabor y sentido. Se sienten aislados y abrumados por esa vergonzosa indiferencia hacia sus prójimos. Están agobiados y ansiosos. En tanto agobiados, manotean en busca de estímulos. En tanto ansiosos, buscan calma como un insomne busca dormir. Lo dicen o lo dan a entender. “No tengo futuro”. “No tengo fuerzas”. “No valgo nada”. Los síntomas de depresión 1- Baja autoestima o falta de confianza en sí mismo. 2- Pesimismo o desesperanza. 3- Pérdida generalizada de interés o capacidad para disfrutar. 4- Retraimiento social. 5- Fatiga o cansancio crónicos. 6- Culpa. 7- Irritabilidad o rabia excesiva. 8- Disminución de la creatividad. 9- Dificultad para pensar (falta de concentración, mala memoria o indecisión). Estos síntomas se presentan en los siguientes porcentajes (se tomaron síntomas a partir del 50%): * Baja autoestima: 84% * Pesimismo: 77% * Sentimientos de inadecuación: 73% * Aislamiento social: 71% * Pérdida de interés o placer: 70% * Falta de energía o fatiga: 66% * Indefensión: 65% * Irritabilidad/rabia: 65% * Descenso de rendimiento: 62% * Concentración disminuida: 60% * Utocompasión: 59% * Dificultad en la toma de decisiones: 59% * Pérdida de locuacidad: 58% * Sollozo/llanto: 54% * Insomnio: 50% Buscando una solución Una buena autoestima permite dar curso a lo que se piensa, a lo que se desea, enfrentar dificultades, no ser demasiado influenciable por la mirada de los otros, tener sentido del humor, sobrevivir a los fracasos y sentirse digno de ser amado. Permite soportar el dejar de ser amado por tal persona imaginando que puede haber otra, aunque no haya otra en lo inmediato. Permite expresar temores y flaquezas sin avergonzarse, vincularse con otros sin vigilarlos o ahogarlos, aceptarse el derecho de decepcionar o fracasar. Permite pedir ayuda, cambiar de opinión (porque uno lo piensa, no para mimetizarse en la manada), aprender de la experiencia, tener expectativas en relación al futuro y aceptar las limitaciones. Por el doctor Luis Hornstein, médico psicoanalista, presidente de la Fundación para el Estudio de la Depresión (FUNDEP). Premio Konex de platino década 1996-2006 (psicoanálisis) y autor de varios libros.

Alegría y felicidad: claves para sentirte plena

Alegría y felicidad: claves para sentirte plena
La alegría es una emoción y la felicidad es un sentimiento. La primera tiene mayor fugacidad e intensidad. La segunda es más estable y habla de cómo nos sentimos y evaluamos nuestra existencia en general. Consejos para alcanzarlas. Lic. Alicia López Blanco Una sensación de regocijo nos invade el pecho, una sonrisa amplia tiende a escapar por ojos y labios, y la carcajada surge ante cualquier nimiedad. Estamos experimentando alegría, una emoción que se despierta cuando nos sentimos plenas y satisfechas. Solemos experimentarla cuando alcanzamos alguna meta, recibimos una noticia agradable, desaparece un malestar, hacemos lo que nos gusta y divierte, amamos y somos amadas. Cuando estamos alegres nos conectamos más fácilmente con sentimientos positivos como la solidaridad y cooperación, los problemas nos parecen más pequeños, vemos el lado bueno de las cosas, nos llenamos de pensamientos positivos, y nos sentimos poderosas. Felicidad = plenitud y satisfacción En la felicidad, cuerpo, mente y espíritu experimentan plenitud. Esto indica que estamos satisfechas con nuestra existencia, lo que no implica estar permanentemente contentas, alegres, riéndonos y de buen humor. Los matices de la vida hacen que nuestro estado de ánimo oscile sin que esto le quite mérito a nuestra percepción de base de bienestar general. Muchas veces para alcanzar la felicidad tenemos que atravesar procesos de sufrimiento, o esforzarnos para cambiar conductas que nos alejan de ella. El autoconocimiento es imprescindible en este proceso. Si logramos identificar aquello que nos pone contentas y nos hace felices podemos ir conscientemente en su búsqueda. Tips para sentirse mejor Para alcanzar la felicidad, puede ser de mucha ayuda: * Estar atentas a necesidades y deseos, y atenderlos en la medida de lo posible. * Cuidar cuerpo, mente y espíritu. * Identificar los obstáculos que nos impiden ser felices. * Realizar los cambios que nos sean posibles para superarlos. * Aceptar las limitaciones propias y ajenas, y aquello que no está en nuestro poder modificar. * Emplear el tiempo libre en lo que nos dé placer. * Hacerse cargo de la propia vida sin darle el poder a los otros o a las circunstancias. * Fomentar y alimentar la red afectiva. * Cuidar las relaciones con los otros. Una cuestión de actitud Según los estudios latinoamericanos sobre salud emocional, bienestar y felicidad, realizados en 2007 y 2008 por la consultora Magariños–Soto para la firma Coca Cola, la felicidad es un resultado al que se puede llegar a través del esfuerzo, una actitud consciente, trabajo y dedicación. Más del 80% de las personas entrevistadas consideraron que compartir en familia y tener una actitud positiva son las dos prácticas fundamentales para tener una mejor salud emocional. Un dato muy revelador del estudio es que la salud emocional se contagia y, con su efecto multiplicador, resulta un genuino e invalorable motor del bienestar colectivo. La clave para alcanzarla está en el autoconocimiento, pues él nos permitirá identificar los cambios que necesitamos realizar para mejorar nuestra calidad de vida y sentirnos más plenas. Por la licenciada Alicia López Blanco. Psicóloga clínica y autora del libro La salud emocional, de Paidós. www.alicialopezblanco.com

20.04.2012 | VÍNCULOS La psicología positiva, un nuevo enfoque para lograr el bienestar

20.04.2012 | VÍNCULOS La psicología positiva, un nuevo enfoque para lograr el bienestar
Es una terapia breve que se dedica a poner el foco en lo positivo y en las soluciones a los problemas. Se trabaja con el paciente el desarrollo de la gratitud y la atención diaria a las cosas buenas, proponiendo una mirada sobre el futuro. La psicología positiva es el estudio científico del funcionamiento humano óptimo. Se dedica a estudiar los aspectos menos conocidos de la ciencia psicológica como el sentido del humor, el perdón, el optimismo, la esperanza y, en particular, el bienestar, lo que ha hecho que algunos la definan como “La ciencia de la felicidad”. “Las aplicaciones son innumerables: desde trabajos de intervención de desarrollo de la esperanza en familias con enfermos crónicos, mejora del bienestar en las empresas en busca del alineamiento entre el sentido de la vida y el trabajo, o programas para desarrollar y utilizar el optimismo o el sentido del humor en la enseñanza de los proyectos de intervención positiva a poblaciones que viven en la marginalidad y la pobreza”, explica Luis Miguel Neto, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Lisboa, en Portugal. Los especialistas sostienen que para incluir la psicología positiva a la terapia es fundamental ayudar a la gente a que se quite la costumbre habitual de mirar más lo que funciona mal que lo que realmente anda bien. Para eso, en el modelo habitual que utiliza para evaluar al paciente se incluyen preguntas nuevas que apunten hacia lo positivo: “¿En qué momentos de tu vida te sentís o sentiste bien con vos?”, “¿Qué hacías?”, “¿Cuáles dirías vos que son tus habilidades o fortalezas máximas?”. Una de las claves de la psicología positiva está centrada en la realización de acciones que ayuden a lograr ese bienestar tan ansiado. “Involucrarme en actividades en las que pongo en juego la creatividad, ser amable, agradecido, cultivar los vínculos, aprender a perdonar y a saborear con atención plena las cosas que nos suceden, buscar nuestras fortalezas, comprometerme con mis objetivos, amar y ser amados, el sentido del humor, aumentar mi percepción de autoeficacia, hacer ejercicio físico, desarrollar habilidades nuevas”, ejemplifica Viviana kelmanowicz, docente titular de la cátedra Psicología Positiva en la Práctica de la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Palermo y miembro de la Asociación Internacional de Psicología Positiva. “Buscar vidas comprometidas con algo donde podamos invertir nuestras virtudes y fuerzas personales y tener momentos de fluidez. Tener una buena dieta de emociones positivas, ya que los estudios muestran que quien decide y escoge sentimientos positivos, independientemente de lo que pase, tiene una longevidad en media de más de diez años que los que se irritan, frustran, entristecen o estresan a cada momento”, agrega Neto. La diferencia entre la terapia convencional y la psicología positiva es que ésta última tiene como fundamento optimizar y alargar lo que hay de bueno, de funcional y de positivo en las personas, poniendo el foco en el crecimiento postraumático y no tanto en términos de estrés postraumático, de felicidad y bienestar en vez de depresión.

"Me río de mí y de mis errores"

20.04.2012 | EL UNIVERSO DE PILAR SORDO "Me río de mí y de mis errores" Es un raro fenómeno. Sus libros son best-seller y da conferencias sobre las diferencias entre hombres y mujeres. Antes de presentarse en la Feria del Libro, habló sobre las relaciones, el dolor y el amor. María Laura Santillán / Clarín MUJER
A los 46 años, ¿cómo te sentís? ¿Con un camino recorrido o por recorrer? Me siento más vieja que la edad que tengo, con un largo camino recorrido. Por mi forma de mirar, cómo me retraigo, el análisis que hago de ciertas cosas, pareciera que fuera mayor. Pero soy súper vital y me quedan muchos años más por caminar. Estás enfocada en tu profesión, libros, viajes, presentaciones. ¿Queda espacio para algo más? Viajo diez o doce días al mes fuera de Chile. El resto del tiempo estoy en casa con mis hijos, mis padres. Le dedico lo más que puedo a los afectos. Y lo que queda, me dedico apasionadamente a trabajar: escribir, observar, conversar, elaborar, revisar cosas. ¿Qué quedó de la psicóloga de consultorio? La capacidad de escuchar, de reírme de mí misma -yo me río todo el tiempo de mí y mis errores-, la pasión es exactamente la misma. ¿Qué es lo que la gente te consulta cuando se acerca? No hay muchas preguntas. Quieren contar. Se produce una especie de desahogo. Se acercan por agradecimiento o para compartir una experiencia. Y me aportan mucho. Necesito el feedback de la gente. ¿Lo que escribís siempre tiene que ver con lo que vas viviendo? Sí, tiene que haber un disparador personal. Como análisis interno o por observar un fenómeno externo que me moviliza. ¿Te imaginabas tanto éxito y repercusión? No, para mí todo esto es un asombro permanente. No entiendo nada y tampoco quiero entenderlo, me ocupo de hacer seria y cariñosamente mi trabajo, nada más. En tu último libro, “Bienvenido dolor”, hablás de la ilusión de que la tristeza se puede resolver fácilmente con pastillas o con trabajo. Hay una ilusión general de haberle ganado al dolor. Si tú tienes pena, mantén la cabeza ocupada y se te pasa; si te duele algo, tomate un medicamento lo más rápido posible. Lo mediático tampoco ayuda, la gente se separa o rompe relaciones y aparentemente no sufre. Parece cool decir que uno está muy bien cuando en realidad está pasando por algo jodido. ¿Está mal visto sufrir? Sí. Debiéramos ser honestos en la expresión de nuestros sentimientos, pero eso no está instalado. ¿Cuáles son las consecuencias de evitar o postergar el sufrimiento? La enfermedad mental o física es una consecuencia de evitar el sufrimiento. Cuando uno se aleja de él, el dolor se agranda. Yo usé como metáfora la palabra encomienda. Tiene que ver con el no arriesgarse a abrir la encomienda para ver el misterio que trae, los costos de ese no aprendizaje los paga uno y también, los que están con uno. Yo se lo decía mucho a mi pareja cuando estaba en cama luego del cáncer declarado que tuvo: “Le estás cambiando la vida a mucha gente, tu testimonio de enfermo le está haciendo cuestionarse la vida a muchas personas”. A la inteligencia emocional se la ubica escalones más abajo de la inteligencia racional. Exactamente. Como si a medida que uno trabajara en uno mismo debiera tener más mecanismos racionales que emocionales. Es absolutamente a la inversa. Mientras más evolucionada es la gente, más habla desde el corazón y menos desde la cabeza. El sentido común está desprestigiado. ¿Por qué? Porque ahora se lo considera poco riguroso y es al revés. Como si se tratara de gente que no piensa. Hemos perdido cultura cívica, no la tenemos. El sentido común me dice que si veo a alguien mayor en el colectivo le tengo que dar el asiento. Y eso ya no pasa, porque no hay sentido común. Porque estamos enfocados en nuestros derechos solamente. Otra cuestión muy extendida es privilegiar el bienestar de una persona por encima de sus valores. Cuando hablo de los valores y de las cosas que no se tranzan, aparezco como antigua, conservadora. La mirada desde los valores tiene que ver con una preocupación por el otro: visibilizar al otro. El ver al otro, valorizarlo, ¿no es acaso la única manera en que nos vemos? Exactamente, esa es la referencia a la existencia. ¿Cómo hacemos entonces hoy, sin privilegiar valores, para relacionarnos? Teniendo un contacto instrumental. Yo te veo en la medida en que me eres útil y eso determina mi contacto contigo. Es una visibilización instrumental, ficticia. La tecnología produce esa ilusión. Parece que estamos todos conectados, pero eso no significa estar comunicados. ¿Qué va a provocar en el futuro esta cultura donde el registro del otro es instrumental? Un deterioro de los vínculos reales, una falta de habilidad para establecer conexiones reales con las personas. Mirarnos a los ojos, que nuestros adolescentes puedan tener la capacidad de entablar una conversación que dure más de diez minutos, para sentir que ellos pueden resolver conflictos de frente y no a través de un teclado. ¿Qué es lo que está buscando la gente? Está buscando afuera lo que debería buscar adentro. Hemos ido perdiendo las certezas. Estamos funcionando en base a opiniones. Lo que me dice alguien es objetivamente lo que voy a empezar a creer. No lo que yo quiero, preguntándome a mí misma. Las clases sociales más altas trabajan para pagarle a un staff de profesionales –fonoaudiólogos, psicólogos, profesores particulares- para que se hagan cargo de sus hijos, porque ellos no saben cómo educarlos. Sólo generan los recursos. Los profesionales de la salud mental hemos puesto tanto énfasis en la autoestima, el quiérete a ti mismo, que es un límite súper delgado con el individualismo y el egoísmo. Hay una frase muy popular de Mirtha Legrand: “Te ven bien, te tratan bien; te ven mal, te tratan mal”. Absolutamente. Es así. Y eso obliga a una construcción que para algunos puede ser muy agotadora. Entonces hoy las consignas son confiar en uno mismo, ser positivo, superarse, tener una misión, darse permisos para triunfar y ser feliz. (Risas). Todo en primera persona del singular. Cuando en realidad la felicidad es un proceso de entendimiento, del valor de darse a otro. ¿Hay un tiempo para mirar para adentro? No. Porque se evita el silencio. Siento que el día de mañana vamos a pagar por silencio. Lo que pasa con el agua dulce, va a suceder con el silencio. ¿El camino es disfrutar de las cosas que hacemos? Dejar de quejarnos. ¿Y las cosas que no nos gusta hacer? Se cambian o se aceptan. Punto. Quejarse es insano porque demanda mucha energía. Vos solés relacionarlo con el tiempo que las mujeres antes nos dábamos para vincularnos con los hombres, con el respeto de nuestros tiempos. De cuidado. La mujer argentina tiene una deuda con la dulzura. Son mujeres súper aguerridas, pero tienen un tema con la dulzura. Los hombres son más hermanos entre ellos, de abrazarse, tocarse. El tema de la extrema delgadez genera mucha competencia entre ustedes. La argentina es una mujer a la que le gusta verse bonita, lo disfruta, goza con la ropa, el pelo. Para reconectarse con el amor, tienen que reconectarse antes con la dulzura, para poder donar ese espacio hacia el otro. ¿Imaginás tu futuro en pareja? Estoy ahora abriéndome a la posibilidad de amar a un argentino. Estamos en un proceso de conocer, de abrir espacios nuevos, de no tener miedos –peleo con el miedo todo el tiempo, miedo al desencanto, a la muerte, a la pérdida– son cosas que una va arrastrando en la cuenta corriente. Nunca he dejado de hacer cosas en mi vida por miedo. Prefiero caerme y tener que volver a pararme, eso me enseña, me abre el alma, me ayuda, me da experiencia, me muestra cosas de mí y del otro. Si tengo que sufrir, sufriré, pero vale la pena el riesgo. Los estados de comodidad en la vida no me hacen bien, soy inquieta, necesito cosas nuevas que me pulan el alma.

¡Cómo pesa el pasado!

¡Cómo pesa el pasado! Algo que te pasó hace meses, quizás años, te atormenta, se mete en tu vida y no te deja avanzar. Parece que fue ayer, pero no. Esa sensación hace que nos quedemos pegadas al dolor y nos perdamos de vivir la vida libremente. Todo se trata de aprender a soltar. Adriana Waisman
Abrís el placard y no sabés qué ponerte. Es que una parte importante de tu guardarropa está compuesto por prendas que guardás sólo porque te emociona recordar lo que viviste con ella, o porque te lo regaló alguien muy querido o porque era tu prenda favorita hace diez años. ¿Te pasó esto alguna vez? O abrís ese armario lleno de cosas que año tras año guardás sin saber por qué, mientras te prometés que alguno de estos días vas a reacomodar todo y regalar lo que no usás, o romper esas cartas que -aunque estén casi amarillas- al leerlas te siguen angustiando como la primera vez… Las mujeres, al ser más intuitivas y emotivas, vivimos con mayor intensidad cada situación. Esto hace que muchas veces nos quedemos enroscadas en un extenso dialogo interno y que nos sigamos angustiando. Quizás son cosas que nos pasaron hace días, meses o hasta años en nuestra vida “real”, pero para nuestra mente “emocional” parece que fue ayer o, al menos, así lo vivimos. Sumergidas en este tumulto de sensaciones y sentimientos, muchas veces nos perdemos y quedamos pegadas al dolor, al conflicto, a la queja, a los miedos. Así, nos quedan dos caminos. Uno de ellos, es el de recordar lo que no pudo ser, fantasear con lo que no te animás a vivir, guardar las palabras que creés que no poder decir aunque te duela el alma no hacerlo. Y hacés de la vida un tu placard: guardás las cosas (te sirvan o no) justificándote y muy pocas veces te lo replanteás para cambiarlo. En este camino corrés el riesgo de formar parte del 4% de la población mundial que sufre de Trastorno por Acumulación (American Journal of Psychatry) que, justamente, tiene que ver con la acumulación desmedida de revistas, folletos, ropa, objetos, etc., que ocupan un espacio importante en la casa. La persona que padece este trastorno toma posesión de los objetos y les da un intenso valor afectivo que hace que, al intentar desprenderse de ellos, quede entrampada en la angustia, la ansiedad y el miedo que esto le produce. El según camino es aprender a soltar. Si lográs hacerlo, no acumulás ni sentimientos, ni palabras, ni preocupaciones que terminan contaminando tus vínculos, tus proyectos y tu vida. Si decidís transitar por este caminado, estos tips pueden ayudarte: * Tratá de pensar las situaciones conflictivas desde otra perspectiva, dale una mirada menos trágica, desdramatizala, a pesar de que sea complicada. Esto te permitirá conectarte con tus recursos, armar una estrategia e intentar vivenciar el conflicto como un aprendizaje. * Escribí un listado con las cosas más importantes para vos. Esto te ayuda a delimitar tu camino, saber hacia adónde querés ir. Es una buena fuente de automotivación, te permite transitar el camino y disfrutar más allá de los resultados. * Intentá delegar. Es cierto nadie puede hacer las cosas como vos porque cada uno tiene su estilo, su tiempo. Ni mejor ni peor, simplemente, diferente. ¿Alguna vez pensaste de las cosas que te estás perdiendo por estar siempre en todo? * Aceptá tus emociones negativas con la misma naturalidad que vivís las positivas. Así como ellas te hacen disfrutar de buenos momentos, te permiten relajarte y dejan buenos recuerdos. El aprender a detectar y manejar las emociones negativas (y no elegir perderte en ellas) te permitirá conocerte, sentirte con más confianza, para poder así resolver el conflicto que produjo esa emoción o sobrellevarlo con más calma. * Aprendé nuevas herramientas para modificar las emociones que sentís que limitan tu vida. Por ejemplo, si sentís que es la ira o el enojo, hacé una lista con las situaciones que te producen este sentimiento, indagá más sobre esta emoción (cuándo te produce descontrol, cuándo es una simple molestia). Imaginate las situaciones que despiertan tu ira (o hacé el ejercicio con la emoción que elijas) y tratá de detectar en qué momento pasás de sentir una molestia a un sentimiento fuerte que te desborda. Detectá algún síntoma físico, cosquilleo, sensación de calor interno, sudoración o dolor de estómago que te sirva de límite. Enfocá tu atención en los sentimientos que te despiertan las palabras que te dicen, por ejemplo, desvalorización, burla, desconfianza. Detectarlas te ayudará a correrte de la situación en ese momento, ya sea aclarando lo que sentís frente a esas palabras o saliendo físicamente del lugar. De una u otra forma, el marcar el límite puede ayudarte a evitar el sentimiento negativo que muchas tiene que ver con una manera de defenderte, como cuando te sentís invadida, asustada o con miedo. * Creá el hábito de tomarte al menos 15 minutos por día para relajarte, con una música suave. Con los ojos cerrados, creá en tu mente una imagen que te de paz, sabiendo que en cualquier momento del día que te sientas complicada, tenés en un rincón de tu mente un espacio creado por vos, donde podés encontrar la serenidad que buscás. * Tratá de empezar a ejercer tu derecho de decir “no”, a pedir lo que necesitás en las situaciones que creas que son menos comprometidas. Así como vos sentís que lo hacen los demás y lo ves natural, también lo es para vos. Eso te va a permitir vivir con menos culpa, menos exigencia con más libertad. Soltá lo que no pudo ser, lo que no dijiste. Lo que no te animás es a jugarte por vos, remplazar los pensamientos exageradamente negativos por uno más realista que te permita arriesgarte aunque no todo salga bien. Es aprender a disfrutar de las pequeñas cosas a lo grande. Comparto plenamente la frase de William Jennings: “El destino no es cuestión de casualidad sino de elecciones. No es algo que haya que esperar, sino algo que hay que salir a buscar”. ¿Qué estás dispuesta a soltar para vivir lo que hace tanto esperás? Por la licenciada Adriana Waisman, psicóloga especialista en conductas adictivas y trastornos de ansiedad. El 11 de mayo a las 19 horas Adriana dictará un Taller de Entrenamiento en Comunicación e Inteligencia Emocional-Creativa, “El arte de poder relacionarnos con los demás”. Entre sus objetivos se encuentran: desarrollar habilidades sociales para aprender a decir lo que sentís, aprender a manejar tu inteligencia emocional para poder controlar tus sentimientos negativos, desarrollar nuevas herramientas de comunicación para mejorar los vínculos familiares, sociales y laborales, técnicas de escucha activa y de manejo de las emociones bloqueadoras (ansiedad, celos, ira, culpa) y su resolución. La metodología se basa en un aprendizaje específico de técnicas de comunicación aplicadas a situaciones cotidianas. Enseñanza de técnicas de programación neurolingüística, psicoeducación, bioenergética, cognitivismo-conductivista. Por consultas o inscripciones, podés escribir a adrianawaisman@yahoo.com.ar o llamar al 15-5165-0580.